FIDA

Group photo

El FIDA te presenta cinco términos que utilizan los pueblos indígenas para describir su entorno natural: Inayan, Yok’ol-kab, Ral Ch’och’, Linka y Aroni. ¿Quieres saber que significan?

Hace diez años, en el distrito de Capiíbary paraguayo, un grupo de mujeres se unió para formar una asociación de vendedoras de mercado. Fue así como nació la Asociación de Feriantes Dos de Oro. El FIDA y el gobierno paraguayo han ayudado ya a unos 7,000 pequeños productores del país a que logren medios de vida dignos.

La jornada de Meltem comienza muy temprano. Antes del amanecer ya está trabajando en sus invernaderos cuidando sus champiñones. Meltem vivía con su marido e hijos en el bullicioso Estambul, pero al divorciarse, volvió a Yalıhüyük, donde había crecido. Hoy, gracias a una iniciativa del FIDA y del gobierno turco, saca a su familia adelante con su propio negocio de champiñones.

group of people walking in the desert

Hace quince años, varios líderes africanos proyectaron una delgada línea verde entre el Océano Índico y el Atlántico que demarcaría el Sahel, la región árida situada entre el desierto del Sáhara al norte, y la sabana al sur. Hoy esta visión, conocida como la Gran Muralla Verde, se concibe como un mosaico de explotaciones agrarias, bosques y naturaleza que restaura ecosistemas y conserva el agua. El FIDA es uno de los defensores de este proyecto.

Los cultivos de regadío, la ganadería, la pesca, la acuicultura y la silvicultura consumen el 70 % de las extracciones de agua globales. En los países menos adelantados esta cifra llega al 90%, de las cuales casi el 67 % es de riego (en). Sin embargo, la mejora de la eficiencia del riego no es una prioridad de las agendas de políticas en muchos países. El FIDA trabaja en mejora las prácticas de riego, aumentando la productividad del agua.

Ellas representan el 43 % de los trabajadores agrícolas, aunque son solo un 15 % de los propietarios de tierras. Además, apenas un 8 % de la ayuda internacional se destina a proyectos de igualdad de género.

Esta esquina del semiárido estado de Bahía, en el noreste de Brasil, esconde un tesoro precioso: el burití o “árbol de la vida” en lenguaje tupí-guaraní.

Miles de familias bolivianas dependen de la cría de camélidos para subsistir. Animales que son parte de los ecosistemas andinos, proporcionando abono, fibras para tejidos y carne. Una iniciativa, respaldada por el FIDA, impulsa buenas prácticas en su crianza y promueve mejoras en el equipamiento ganadero para favorecer su bienestar. “Las llamas son como hijas para mí”, dice Andrea, criadora de llamas.

Un proyecto liderado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ya ha beneficiado a 30.000 familias, siendo las mujeres más del 60% de sus participantes.

fence-enclosed plants and trees

El FIDA te responde por qué y cómo se debe ayudar a las zonas rurales más pobres del mundo a adaptarse a un clima cambiante.

El FIDA, reconociendo a jóvenes en América Latina y el Caribe que luchan contra la COVID-19, ha otorgado cinco galardones a iniciativas en áreas como el reciclaje, la energía alternativa, el empoderamiento o la conectividad.

Adaptación. Un término muy utilizado en la Conferencia sobre Cambio Climático (COP26) que concluyó el 13 de noviembre. Los pequeños productores agrícolas son especialmente vulnerables a una meteorología cada vez más extrema e impredecible. El FIDA responde a cinco preguntas sobre y por qué es preciso ayudar a las zonas rurales a adaptarse al cambio climático.

Hands on a paper spreadsheet with currency and a calculator near by.

¿Cómo y quién debería pagar los costes asociados con el cambio climático? Un buen ejemplo lo pone el FIDA, que lleva comprometidos $990 millones en financiación climática

Four people laughing in a field of grains

La agricultura en África necesita financiación urgente para adaptarse al cambio climático